Si dibujamos sobre la plastilina (con un bolígrafo descargado o con una de las puntas de un tenedor deshechable como se utilizó en la imagen anterior); los trazos aparecerán en forma de grabados esgrafiados.
Este ejercicio supone una descarga motriz intensa, una mayor presión de la mano con el instrumento y un juego placentero en los descubrimientos de líneas y relieves, tanto así que se sugiere también para niños maternales.
A continuación, se presenta una bonita clase de un escultor sobre cerámicas esgrafiadas, que en pocas palabras, consiste en raspar o rallar un engobe para que aparezca el color del barro que hay debajo. Está sugerencia la podríamos seleccionar para que nuestra clase ante los alumnos sea más enriquecedora, explicándoles que al igual que nosotros, los escultores utilizan estos ejercicios sobre cerámicas. Dándo con ello otra opción de materiales y herramientas a utilizar.
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